Inestabilidad crónica / prevención secundaria
Los síntomas de los esguinces pueden perdurar y hacerse crónicos. Un tobillo que sigue doliendo y está inestable incrementa la probabilidad de reincidencia. El riesgo es aún mayor si el paciente retoma una actividad deportiva que suponga un estrés significativo para el tobillo. Los estudios señalan una tasa de recurrencia entre el 12% y el 31% en el primer año tras la lesión. La evidencia científica sugiere que hay varios tratamientos e intervenciones que son beneficiosos para prevenir una lesión recurrente, incluyendo el uso de una tobillera.
Los síntomas a largo plazo reducen la fuerza, la coordinación y la resistencia, con el resultado de una funcionalidad limitada en la vida diaria. Es importante tratar pronto y debidamente los esguinces para reducir el riesgo de desarrollo de inestabilidad crónica.
Imagen 1: Inestabilidad crónica