Esguinces de tobillo

Los esguinces de tobillo ocurren cuando este se tuerce. Normalmente el pie se dobla hacia adentro, desgarrándose los ligamentos externos, lo cual se llama esguince. Hay diferentes grados de esguinces de tobillo: una ligera hiperextensión en la que solo algunas fibras del ligamento se desgarran es un grado 1 o 2, mientras que el esguince más grave, cuando se desgarran por completo uno o varios ligamentos, es un grado 3.

Síntomas

Tras un esguince, la parte externa del tobillo se agranda debido a la hinchazón causada por la hemorragia interna, provocando que la piel adquiera un ligero tono amarillento. Esta área duele, y el dolor se intensifica al girar el pie hacia adentro. En casos severos puede ser necesario un reposo absoluto hasta que el tobillo esté listo para soportar peso.

Diagnóstico

El diagnóstico del esguince de tobillo se establece mediante examen físico, y en la mayoría de los casos se hace una radiografía para asegurarse de que no haya fractura.

Tratamiento

Si no hay fractura, el esguince se trata aplicando una tobillera o vendando el tobillo.  La ventaja de estos tratamientos es que los ligamentos quedan bien protegidos, pero el tobillo sigue pudiendo moverse. Esto evita que se agarrote y le permite curarse más rápidamente. Al contrario que con el vendaje, una tobillera permite que el individuo ajuste la presión y el apoyo. Además, una tobillera puede quitarse, por ejemplo, para ducharse o nadar.